Sobre este último punto, fíjate en algunos ejemplos que pueden ayudarte a decidirte sobre qué tipo de bigote/barba puede resultarte más favorecedor.
Si tienes la cara más bien redonda, intenta afinarla con ayuda de un bigote no demasiado ancho (sepáralo unos milímetros de tu boca) y que sobrepase ligeramente la comisura de los labios para unirse con una discreta perilla que prolongue tu barbilla.
En el caso contrario, rostro alargado, busca el equilibrio dejándote una barba más corta pero más poblada en los laterales. Un bigote recto puede también ayudarte a crear una línea horizontal que sirva de foco de atención y acorte visualmente la longitud y estrechez de tu rostro.
Si eres de mandíbulas anchas y cara angulosa, la sexy barba de tres días suavizará tus facciones, en cambio si tu rostro es menudo es preferible que recurras al afeitado diario renunciando a un magnífico mostacho que, tal vez, resultaría desproporcionado.
