3) ¡Vaya, vaya aquí si hay playa! ¿Sabemos si nuestro reloj resistirá un buen zambullido? Si le tenemos estima a nuestro reloj, deberíamos llevarlo hacer una prueba de estanqueidad. Tranquilos no es caro.
4) Hace calor, hace calor, estaba esperando… En verano se suda y no es recomendable usar correas de cuero. Se deterioran a velocidad luz con el sudor, el agua (sobre todo de mar) o la exposición prolongada al sol. Solución más económica? Hazte con una buena correa de nylon. ¡Hay infinidad de combinaciones de colores! Un color desenfadado y muy chillón (naranja, verde acido o rojo intenso) dará un toque desenfadado y alegre a tu look. ¿No estás de vacaciones? ¡Pues que se note!
5) Bajo del mar, hay sirenitas, bajo del mar… Y para verlas mejor equípate con un reloj de buceo especialmente pensado en ello. Profundímetro, tabla de descomprensión, agujas con luminova… ¡No te compras un reloj, te compras una herramienta de trabajo!