3. Sé original. Has hecho todo un trabajo de investigación para averiguar lo que le gusta, pero una cosa es inspirarte y otra muy diferente acabar comprándole algo que tiene exactamente igual.
4. Ante la duda, consulta con su mejor amiga. Reconócelo, en cuestión de gustos, nadie la conoce mejor, seguramente porque tienen los mismos. Ni tú, ni su madre, ni su prima sabelotodo tenéis nada que hacer al respecto. Pídele que te acompañe de compras y confía en su criterio sobre todas las cosas.
5. No me seas rata. Regalarle un salto de cama del Primark, por muy mono que sea, es de cutres. Que tampoco hace falta que sea de La Perla, pero entre esos dos extremos hay miles de opciones. La cosa es que sea algo que no se vaya a comprar de normal. Además, piensa que cuanto más bueno sea, más le va a durar, y mejor le quedará…
6. Cuidado con el leopardo. Dar con lencería de leopardo que no sea choni es una tarea, cuanto menos, complicada. Mejor que se la compre ella si le gusta…