1. Averigua sus tallas. De todo: sujetador, braguita, camiseta y pantalón. Rebusca entre sus cajones y apúntalas todas, a ser posible sin equivocarte en el metraje, que no es lo mismo una 95C en España que en el resto de Europa. Atención: la letra de la talla del sujetador es casi tan importante como el número. ¡No compres una B si ves que suele usar una D! Tiene que ver con la forma del pecho y, más que probablemente, no le acoplará bien.
2. Averigua sus gustos. Si es de tanga, si prefiere el culotte o la braga brasileña, y si suele llevar o no relleno en el sujetador. También si es más de colores neutros o de colores vivos, si le va el encaje o algo más liso. Tendrás que sacar tu vena Sherlock Holmes, pero es por un bien común. Si le regalas algo que no tiene nada que ver con ella, su cara será totalmente de Are you fucking kidding me? y no se pondrá el conjuntito jamás de los jamases.