Durante su lucha particular, Ron cultiva la confianza de Eva Saks, su doctora, y de Rayon (Jared Leto), un excéntrico paciente con el mismo diagnóstico. Ambos apoyan su «invento médico» y fundan el primer Dallas Buyers Club, al que secundaron otras decenas en toda la ciudad. En ellos, los pacientes encontraron la posibilidad de pagar sus medicamentos alternativos.
Como era previsible, el afán díscolo de Ron por sobrevivir fuera de “la versión oficial”, desemboca en una verdadera declaración de guerra a las grandes farmacéuticas, que, evidentemente, no se quedarán de brazos cruzados.
Con sólo 5 millones y medio de dólares y una historia real sin artilugios, Dallas Buyers Club ha logrado cautivar a espectadores y crítica, la misma que valoró el desempeño de sus fichajes con un sobresaliente.