Cremas hidratantes-nutritivas, serums revitalizantes, geles fluidos… elige el producto que mejor se adapte a las características de tu piel teniendo en cuenta que en su composición no deben faltar las vitaminas, especialmente vitamina C de alto poder antioxidante y activador de la producción de colágeno y elastina, los extractos vegetales remineralizantes, los ingredientes humectantes (que retengan la hidratación propia de la piel) o el ácido hialurónico (para mitigar las pequeñas arrugas de expresión).
En esta etapa, los cosméticos pensados para actuar durante la noche son altamente recomendables por su máxima efectividad. Por otra parte, las mascarillas y los llamados «velos» (por ejemplo de colágeno o ácido hialurónico) pueden obrar maravillas a la hora de recuperar la piel tras el verano.
Por último, en estas semanas previas a la llegada de las temperaturas más frías del año, la hidratación debe ser parte de tus cuidados básicos diarios. Utiliza una crema o gel de estas características cada mañana (las tienes incluso pensadas para hombres con barba muy cerrada).