Son cada día más los hombres q se aficcionan a lo que conocemos como actividades cuerpo mente. Consideradas por desconocimiento como «actividades de baja intensidad», incluso llegando a escuchar en los ámbitos de entrenamientos de fuerza y explosividad que eran una pérdida de tiempo, o que estaban exclusivamente dirigidos al público femenino, han ganado una presencia importante entre sus detractores.
Además de la flexibilidad y del control del cuerpo y sus movimientos, estás disciplinas también trabajan la fuerza física y mental ayudando a alcanzar objetivos que parecían imposibles. Estas y muchas más razones son las que han hecho de actividades como yoga, pilates y otras parte importante del día a día.
Muchos clubs de fútbol y otros deportes de élite las han incluido en sus programas de entrenamiento semanal viendo los beneficios que aportan a los individuos que las practican, mejor concentración y eficiencia y menos lesiones.
La principal caracteristica es englobar en un todo la ejecución de movimientos dando mucha atención a todas las partes del cuerpo y acompañándola con una respiración sincronizada. Además de un trabajo físico en el que se da mucha importancia a las fibras del abdomen, reforzando el transverso abdominal y mejorando el suelo pélvico con el control respiratorio, lo cual conlleva a una mejora de las funciones orgánicas intentas, hay un desarrollo mental en la percepción del cuerpo en situaciones físicas límite y una mejora de la coordinación de muchas funciones en el movimiento. Por otro lado los tendones y ligamentos se flexibilizan y refuerzan a la vez. Todo esto es aplicable a cualquier otro tipo de actividad facilitando el ahorro de energía y la eficiencia en ellas.
Las que han ganado más prestigio en nuestra sociedad son el yoga y el pilates. Ambas con sus diferentes variantes requieren un trabajo de fuerza importante y dependiendo del nivel podríamos considerarlas muy intensas. El trabajo debe ser progresivo como en cualquier disciplina. Se trata de ir mejorando sin riesgos de lesión.