Cuando te planteas perder peso, seguramente la primera medida que pienses tomar es eliminar o reducir al mínimo la ingesta de alimentos ricos en grasas. Es correcto, pero debes tener en cuenta que los lípidos, al igual que los hidratos de carbono y las proteínas, son nutrientes necesarios para el organismo.
Las «temibles» grasas proporcionan ácidos esenciales y además son indispensables para la correcta absorción de algunas vitaminas liposolubles como la A, B, E y K. La grasa interviene de manera directa en [pullquote]La grasa interviene en el control de la presión arterial y protege al organismo de las temperaturas extremas[/pullquote]funciones vitales tan importantes como el control de la presión arterial o la protección del organismo frente a las temperaturas extremas. Es, además, una de las principales fuentes de energía sin la cual no podríamos realizar la actividad diaria y mucho menos un deporte.
Por todo ello, la grasa forma parte de una correcta alimentación. El problema surge cuando se consume más de la que el organismo necesita.