Pero antes de empezar a jugar con los juguetes sexuales, es recomendable que cada uno conozca bien su cuerpo, sus sensaciones, sepa a qué le gusta jugar y a qué no, que tenga claras las normas de su propia sexualidad (y las de su pareja, si se desea jugar con la pareja)…
Cuando tenemos estas premisas claras, podemos utilizar los juguetes sexuales para aumentar el placer.
Por eso se pueden usar los juguetes cuando se quiera:
• Romper la rutina: toda pareja puede caer presa de la rutina. “Siempre hacemos lo mismo y ya no me divierto” dicen muchas personas que acuden a consulta. En ese momento, los juguetes sexuales pueden ayudar a incorporar novedades en la cama y eso rompe la rutina.
• Aumentar el deseo: si la rutina nos invade, el deseo suele caer en picado. Por eso, el uso de juguetes reincorpora la chispa que quizás con el tiempo se había perdido.