También relata cómo contó a sus padres su problema cuando apenas contaba 15 años. «No soporto tener tanto pecho. Con nueve años, mi madre me dijo que tendría que ponerme sujetador y, aunque accedí, lo hice de mala gana. Con 14 años empecé a vestir ropa de chico y con 15 hablé con mis padres para contarles lo que ocurría. Desde entonces tanto ellos como el resto de mi familia me ha apoyado».
Kasey está dispuesto a todo y ya ha aparecido en programas de televisión para intentar hacer su sueño de ser un hombre realidad. De momento, ya ha conseguido que su caso traspase las fronteras de su Hemel Hempstead natal.