Finalmente el próximo mes de octubre, si no hay más sorpresas, DriveClub saldrá al mercado y, por lo que hemos podido ver, la espera habrá valido la pena. No solamente dará la talla en cuánto a gráficos y demás, sino que su modo online convertirá la experiencia en todo un fenómeno social. Pero vayamos por partes.
DriveClub es un juego que navega entre la simulación y el arcade. Eso significa que si bien dominar totalmente la conducción llevará su tiempo (el juego de pedales tendrá su miga), llegar al punto en que podamos controlar el coche lo suficiente como para disfrutar de la experiencia no nos costará demasiado. Del mismo modo, los daños que sufra el vehículo se verán en pantalla, pero no afectarán al funcionamiento del coche. Vamos, que ni es Gran Turismo ni Need for Speed, sino que engloba lo mejor de ambos.
El apartado técnico es espectacular. El equipo de desarrollo ha tardado casi siete meses en diseñar cada coche (con la ayuda de los fabricantes) y se nota en el resultado. Son solo cincuenta modelos, pero su diseño es asombrosamente fiel a la realidad, incluyendo el interior, la chapa y el comportamiento del vehículo o el sonido del mismo. Para ello han instalado más de veinte micros en los modelos reales para reproducir su sonido hasta el mínimo detalle.