En su último capítulo pudimos contemplar hasta una breve batalla en el pueblo de Setauket nada desdeñable, aunque uno de los mejores placeres visuales de la serie es contemplar las recreaciones del Nueva York colonial y sus tabernas portuarias del sur de Manhattan.
Aprobamos con nota esta primera temporada y esperamos la continuación de la serie que será el verdadero punto de inflexión para ver hacia donde camina en un futuro. Por lo menos ahora estos primeros 10 capítulos han resultado entretenidos aunque no perdurarán mucho en nuestra memoria.