Nadie puede pensar que un orgulloso, engreído y sagaz ladrón de cajas fuertes puede pasar 12 años en la cárcel y que, a su salida, no pasará la factura que le deben por haber callado.
[pullquote]El director Richard Shepard ha preferido a un Jude Law con 13 kilos de más para trazar la fisonomía de un nihilista incorregible[/pullquote]El lado ilegal de Dom Hemingway (Jude Law-Enemigo a las puertas – Cold Mountain) no ha contaminado su capacidad de guardar un secreto, pero el haber caído entre rejas por su “profesión” no lo convierten en un tonto, y mucho menos, en un compasivo empedernido.
Este perfil psicológico será más que suficiente para que, una vez en libertad, Dom emplee toda su energía y desparpajo para ir en busca de lo que cree suyo. Por una parte, la jugosa compensación económica por no delatar, y por otra, la parte humana sacrificada por su forma de vida.
Desde el momento en que Dom vuelve a transitar las calles de Londres, su antiguo jefe, Mr. Fontaine (Demián Bichir–Salvajes) deberá recordar que es su deudor, y por ende, prepararse para lidiar con las pretensiones de su antiguo socio.