Es una lástima que dichas secuencias estén tan diseminadas por el metraje y algunas sean más breves de lo que a uno le gustaría, pues son con mucho, lo mejor del conjunto, además de la fotografía nocturna.
En lo que respecta al reparto, tenemos a Chris Hemsworth (Thor) como protagonista absoluto, en un inteligente movimiento para que su imagen no se vea asociada solo al “dios del trueno”. Y si bien, este puede ser un reclamo para el público, hay cosas que no terminan de cuadrar.
No digo que un hacker tenga que tener la imagen que siempre vemos en las películas, tan estereotipado —con sus gafas de pasta, su sobrepeso, su camisa con bolis en el bolsillo, etc— pero, al menos a quien esto escribe, el actor le resulta más creíble como hombre de acción que como pirata informático.
Hecho este que me lleva a plantearme y cuestionarme, como, en una película cuya intención es narrarme unos hechos con cierto grado de verosimilitud, el protagonista de la cinta se muestra tan diestro y ¿entrenado?, tanto en el combate cuerpo a cuerpo, como en el uso de armas.
