La protagonista de Una rubia muy legal, está inmensa en la piel de la inexperta excursionista. Su interpretación es todo un ejercicio de humildad, que desnuda el alma de la vulnerable e inestable Cheryl.
Alejada de todos los adornos y el glamour de los papeles que la hicieran popular y sobre todo una estrella de Hollywood, no tiene miedo a mostrarse frágil, con mal aspecto y como un ser a todas luces repudiable, al que la pérdida de un ser querido afecta de tal manera, que es incapaz de vivir con su ausencia y de llenar ese vacío.
Dando la réplica, encontramos a Laura Dern, la cual, siempre ha sido una excelente actriz que en manos de un buen director ha dado lo mejor de sí misma, y la verdad que está muy bien en el papel de Bobbi, la madre de Cheryl. Uno de esos personajes a los que la vida jamás ha tratado bien, pero que siempre está dispuesta a ver el lado bueno de las cosas y empezar el día con una sonrisa, sirviendo de brújula y de “norte” para su hija.