Los expertos advierten de las consecuencias que conllevan estos nuevos transtornos, como el aislamiento social, la pérdida de habilidades sociales, el aumento de la inseguridad o la falta de comunicación. Con el fin de combatir esta dependencia hacia los smartphones, recomiendan ser coherentes con los horarios de uso del teléfono, intentar no estar pendientes del móvil en reuniones sociales, o potenciar actividades que nos permiten relacionarnos presencialmente.