Prueba de esfuerzo, nutrición y entrenamiento: los pilares básicos para empezar a preparar el triatlón.
Paralelamente al entrenamiento no podemos olvidar otro pilar tan importante como la nutrición. Y no solo la que nos va a facilitar los nutrientes y la energía necesaria para los entrenamientos del día a día, sino también la que vamos a necesitar el día de la competición para un óptimo rendimiento. Al mismo nivel encontramos la hidratación, fundamental para mantener un correcto volumen plasmático que nos permita oxigenar la célula muscular, retirar de la misma los desechos metabólicos producidos y al mismo tiempo nos ayude en otro aspecto básico, la termorregulación de nuestro organismo.
Y, por último, no debemos pasar por alto que nuestra progresión en el triatlón va a resultar y debe resultar una curva de aprendizaje lenta. Las respuestas fisiológicas de nuestro cuerpo al entrenamiento no son de un día para otro; la adquisición de una correcta técnica que nos haga más económicos o eficientes en cada una de las tres disciplinas o en las transiciones requiere de tiempo y experiencia. Empezar con triatlones de distancia corta (SuperSprint, Sprint) es una buena opción, para con el tiempo afrontar la distancia olímpica.