No seas tímido
Si ella es quien lo pone encima de la mesa, entonces puedes saltarte este paso. Pero si no lo hace, hay varias maneras en las que puedes abordarlo. No lo sueltes por primera vez durante el sexo. En su lugar, déjalo caer durante una conversación sobre el mismo, o plantéalo durante una escena subida de tono de alguna película que estéis viendo.
Siempre desde el respeto, pregúntale qué tal le parece la idea, cómo se sentiría al hacerlo y analiza su reacción. Si las conversaciones no son lo tuyo (aunque siempre es lo más recomendable), puedes lanzarle indirectas, como comprarle unas esposas o un disfraz erótico. Eso, sin duda, levantará sospechas y hará que el diálogo avance.
La seguridad, lo más importante
Dicho esto, si accede, os podéis poner de acuerdo sobre una palabra de seguridad que represente un ‘paren las máquinas’ en toda regla. Es decir, una salida mutuamente acordada. En el sexo duro es común que las palabras o signos (incluidos los de parar) no signifiquen lo que pone en el diccionario. Es todo parte del juego. Habla de ello de antemano y detente cuando la escuches.
Sin complejos
Desinhíbete. Ponte cómodo. Calma los nervios. Y disfruta.