De este modo, al dejar a un lado las preocupaciones externas, se consigue un mejor desarrollo de muchas acciones cotidianas entre las que, por supuesto, también se encuentra el sexo.
Tanto es así que en 2011 investigadores de la Universidad de Browndemostraron que aquellas mujeres que asistieron durante tres meses a un curso de meditación tuvieron relaciones sexuales más satisfactorias y llegaron al orgasmo mucho antes que aquellas que no lo habían hecho.
Identifica el problema
No todo el mundo sufre ansiedad sexual por la misma causa, por lo que es muy importante tratar de localizar el problema, con el fin de darle solución lo antes posible, ya sea en soledad o con ayuda psicológica.
Habla con tu pareja
Por último, pero no menos importante, es necesario tener una buena comunicación con la pareja, informándola de las inseguridades que llevan a la ansiedad y, sobre todo, acordando con ella la mejor forma de llevar a cabo las relaciones, para que sean satisfactorias para ambos.