Quizá cuando estás solo puedas manejar estas “tentaciones” de mejor manera, pero al estar acompañado por amigos, familia o tu pareja se te hace un poco más complicado, esto no es algo fuera de lo común. Lo importante es que no te avergüences de negarte a la presión social y decir que tienes metas por las cuales necesitas tener disciplina, al contrario, es algo de lo que deberías sentirte orgulloso porque no todo el mundo se atreve a salir de su zona de confort.
4.- Piensa que sí puedes lograrlo: si tú no crees que eres capaz de alcanzar tus metas para controlar tus gastos, será muy difícil que lo hagas. Por más difícil que sea para ti resistirte de gastar el dinero que derrochas semanalmente en cosas innecesarias, si te consideras capaz de dejar de hacer eso, podrás ver los resultados.
5.- Se consciente acerca de ti mismo: a veces incluso teniendo la motivación, el enfoque y las razones correctas se nos sigue haciendo difícil mantener la disciplina porque vienen esos pensamientos de “solo se vive una vez” o “trabajo para darme algunos gustos, por lo menos”, si te sientes identificado con esta situación y por eso se te dificulta mantenerte dentro del presupuesto, es necesario tomar medidas extras. Algunas de esas medidas pueden ser: