3. Duerme bien. Existen un montón de prácticas que puedes usar para tener un sueño reparador. Recuerda que lo recomendado es dormir al menos entre siete y nueve horas diarias. Puedes meditar, relajarte leyendo un buen libro, evita la luz demasiado intensa y procura apartar todos los problemas de tu día a día: desconecta del móvil, del correo electrónico y de todo lo que te suponga una preocupación al menos una hora antes de dormir.
4. No te estreses. Si, ya sabemos que es muy fácil decirlo, y más aún en la sociedad tan exigente a la que nos enfrentamos día tras día. Lo mejor para evitar el estrés está en el primer punto. El deporte es un gran fármaco anti estrés y antidepresivo. Además, puedes probar el Mindfulness un ratito al día, dedícate tiempo para ti y para tu ocio, no te vuelvas neurótico con el trabajo.
5. Dieta mediterránea. Ya sabemos que la dieta mediterránea previene las enfermedades cardiovasculares, pero asegúrate de que incluyes suficientes vitaminas y minerales a través de frutas y verduras. Es decir, aliméntate correctamente. Una mala dieta llena de bollería industrial y productos procesados está íntimamente relacionada con el envejecimiento.