Por otro lado, las apuestas deportivas no son un método para conseguir dinero fácil y rápido. Si se está en una situación donde se necesite dinero, no hay que apostar. Nunca. Y por supuesto, no pedir dinero prestado para hacerlo.
2. Jugar en casas de apuestas fiables
Cuando se quiera empezar a apostar hay que buscar casas de apuestas fiables. Vale, esto es muy fácil decirlo pero, ¿se puede saber cuándo una casa de apuestas es fiable y cuando no? Sí, por supuesto. En España existe una muy buena regulación al respecto y es muy fácil saber si una casa de apuestas es segura o no. Para ello, hay que fijase en la licencia. Todas las casas de apuestas fiables tienen licencia para operar y, por tanto, si se ve el sello de Juego Seguro, es que es una casa de apuestas fiable.
Además, todas ellas tienen dominio.es. Si una casa de apuestas no tiene este dominio, significa que no tiene licencia para operar en España y que, por tanto, no es recomendable jugar ahí.
3. Realizar los depósitos mediante métodos de pago seguros
Esto es muy importante. La hora de pagar es la parte más delicada y, precisamente por eso, hay que redoblar los cuidados. De todas formas, todas las casas de apuestas con licencia cuentan con métodos de pago fiables, por lo que si se hace bien no debe de haber problemas. Así, hay métodos de pago más fáciles de usar, como por ejemplo las tarjetas bancarias, que son seguras pero en donde siempre hay que poner el número de la propia tarjeta en la web. Si hay algún malware en el ordenador que permita saber lo que se teclea, es posible que el propio virus pueda saber el número de la tarjeta con la que se paga. Por eso mismo, aunque es cierto que las tarjetas de crédito y débito son seguras, a muchos usuarios no les parece muy recomendable indicar este número de forma online. Para evitar eso, lo mejor es utilizar carteras electrónicas como PayPal. Eso sí, primero hay que abrirse una cuenta en ellas y depositar el dinero.
4. Tener cuidado con el phishing
