De este análisis se generan unos gráficos que interpretará el profesional que nos está realizando la prueba. No debemos olvidar que el dermoanalizador es una máquina, y que puede ser que no salgan los mismos resultados en invierno, primavera, verano y otoño. El paso posterior al diagnóstico es recomendarnos un plan de cuidado personalizado.
Mucha gente intenta practicarse el test de forma autónoma consultando algunas páginas web. Aunque si bien muchas de estos sitios contienen la información correcta, el problema de esta opción es cometer un error en el diagnóstico del tipo de piel, ya que puede producirse una equivocación en la interpretación de los signos que presenta.
Por ejemplo es difícil distinguir correctamente entre una piel muy hidratada y una piel ligeramente grasa. Por lo tanto, ya sabes que, como siempre, la mejor decisión es dejar el tema en manos de un profesional.