La innovación es que se trata de una de las primeras presentaciones sobre el tema de la homosexualidad en el mundo de los dibujos animados de manera clara y sin tabúes, en donde se deja ver un mensaje de amor, reconocimiento y visibilización de esos niños que muchas veces son rechazados o sienten que no se identifican con el modelo sexual que las sociedad les impone, y hace un llamado a no ocultar el amor que sentimos por una determinada persona, así como intenta promover el respeto.
Todo el cortometraje fue realizado por Esteban y Beth, a excepción de la música y el sonido. Y fue posible gracias a una campaña en internet con la ayuda de una plataforma llamada Kickstarter, en la que se pueden mostrar bocetos de la producción.
Gracias a la campaña los chicos no solo obtuvieron los US$3.000 que necesitaban para acabar el filme sino que llegaron a recaudar US$14.000 con los aportes de la gente. En estos momentos el filme de animación lleva más de 30 millones de visitas y sigue aumentando sin parar mientras recorre el mundo, y según las estadísticas de YouTube es uno de los vídeos de animación más vistos en lo que va de 2017.