La razón de por qué se genera la congestión muscular es sencilla: nuestros músculos se saturan, porque la sangre se distribuye desde otras zonas del cuerpo hacia el músculo que está trabajando, porque ese es el que más la necesita. Al contraer los bíceps en un curl, por ejemplo, nuestras fibras y vasos sanguíneos retienen tres compuesto útiles: sangre, agua y otros bioproductos, como ácido láctico.
La congestión muscular tiene un segundo efecto, y es que los compuestos acumulados en el músculo no logran salir con la misma facilidad. Eso hace que la hinchazón se prolongue y las fibras se rompan, lo que contribuye en parte a que se produzca la hipertrofia muscular.
¿Es necesaria la congestión muscular para ganar músculo?
Como hemos dicho, la congestión muscular es un factor que normalmente está presente en la hipertrofia. Pero la pregunta es: ¿se puede construir músculo sin congestión muscular?
Cuando empezamos a entrenar los músculos para ganar volumen, normalmente esperamos sentir congestión. Da la impresión que si no salimos del gimnasio sintiendo la ropa pequeña, sencillamente no veremos resultados. Pero luego pasa la primera hora posterior al entrenamiento, y los fluidos salen del músculo y todo parece regresar a su lugar. ¿Perdemos entonces lo que hemos entrenado? La respuesta corta es que no, y hay estudios que lo prueban.
Estudios sobre congestión muscular y ganancia de masa muscular
La congestión muscular es más un efecto temporal por entrenar con muchas repeticiones o con poco tiempo de descanso. Sirve como síntoma de que el trabajo se está haciendo bien, pero no es indispensable para que se construya el músculo.