Si recibes ayudas o beneficios del estado, por vivir en ciertas ubicaciones, estas se justificarán más rápido al presentar el padrón. Por ejemplo, si cambias de comunidad por motivos de trabajo y deseas tener las ventajas fiscales que corresponden en tu declaración de la renta. También, si no quieres pagar una plaza de garaje, y sacarte la tarjeta de residente para aparcar en la calle, vas a necesitar estar empadronado.
Si quieres votar en las próximas elecciones, el cambio de padrón sí puede afectar a la hora de hacerlo. Por ello te recomendamos anticiparte, unos seis meses de antelación, y hacerlo.
- Facturas: este factor sí tomará una buena parte del dinero que destines a la casa. Especialmente, la electricidad será una de las facturas más elevadas, pero es un suministro imprescindible, así que debes estar siempre preparado. Hay dos gastos principales en esa factura: el gasto fijo por el tramo de potencia contratada y el consumo mensual; los impuestos son aparte. El gasto fijo corresponde a la energía de la cual puedes disponer, y se calcula en base a las funciones eléctricas que tengas en la casa. Debes estar pendiente con tener contratado el correcto, para que no pagues dinero inncesariamente.
Las viviendas poseen contadores eléctricos y para el agua. Los contadores inteligentes enviarán los datos del consumo de forma automática. Si no es inteligente, un técnico de la compañía lo revisará de manera periódica. Debes asegurarte que lo haga, ya que en caso contrario estarás acumulando una deuda que tarde o temprano tendrás que asumir.