Pon a la vista cosas que puedan llamarle la atención, como recuerdos exóticos de viajes o todos los gadgets tecnológicos molones que tengas (menos la consola). También los aparatos de cocina, que vea que eres un chico apañado.
Obviamente, ten TODA la casa bien recogida y ordenada, también los sitios en los que pienses que no va a entrar. Y un detalle: pon una alfombra sobre el suelo para que pueda descalzarse y quitarse los tacones.