Además, ten en cuenta que una dieta hipocalórica implica que tu organismo intentará ahorrar energía (grasas) haciendo que tu metabolismo vaya más lento. La inyección de carbohidratos y azúcares que seguramente lleve tu «trampa», conseguirá reactivarlo y acelerarlo incrementando la «quema» de esas grasas que tu cuerpo mantenía de reserva.
Por todas estas razones, darte un «homenaje» culinario es positivo, pero hazlo con cabeza. Una buena comida trampa debe reunir ciertas condiciones:
1. Sólo una comida (no un fin de semana completo) y pasados al menos 5 -7 días del inicio de la dieta (no hagas trampas al segundo día).
2. Las opciones para saltarte la dieta pueden ser más o menos saludables. Una rica y nutritiva hamburguesa te aportará, entre otros nutrientes, proteínas (carne) y carbohidratos (pan) por lo que, es preferible a tomarte dos copas (alcohol = calorías vacías) más un snack, en forma de patatas fritas repletas de grasas trans.