En esta ocasión el guión corre a cargo de Eheren Kruger, tomando el relevo de Alex Kurtzman y Robert Orci, pero seamos sinceros, aquí el guión es lo de menos y solo sirve de excusa para que Bay nos muestre otro recital de explosiones y efectos especiales a cargo de la siempre excelente ILM (Industrial Light and Magic).
Tanto da que se cambie el reparto al completo y tengamos cierta sensación de renovación o de reboot (palabra ésta muy de moda ahora en Hollywood), los personajes van a seguir siendo arquetípicos y bastante planos, siendo estos casi accesorios para el devenir de la trama.
Así, tendremos un padre viudo, sobreprotector e inventor frustrado que se transformará en héroe a su pesar (Mark Wahlberg). Su guapa, joven y rebelde hija (Nicola Peltz) cuyo papel se reduce a lo bien que le quedan los shorts, (a los cuales Bay dedicará unos cuantos planos) además de ser la chica en apuros a quien rescatar.