Las producciones culturales han sido siempre una de las plataformas más reveladoras de la idiosincrasia de una determinada sociedad, de sus gustos y costumbres y de su forma de afrontar los conflictos inherentes.
[pullquote]A ‘The Fake’ nadie la librará de la violencia, la agresividad y la denuncia mordaz[/pullquote] La manera en que el director Yeun Sang-ho (The Kings of Pigs) narra la producción surcoreana The Fake es una muestra de ello. Llegada de un país que viene creciendo a pasos agigantados en la difusión de sus producciones artísticas, The Fake no se anda con rodeos a la hora de retratar los efectos y las consecuencias de la manipulación y el engaño cuando éste se gesta en una de las instituciones que más confianza suele generar en todo el mundo.
En un pequeño pueblo de Corea del Sur, la iglesia local, representada por un pastor evangelista sin escrúpulos, aprovecha el temor de sus habitantes ante la amenaza de una gran inundación, para hacerse con gran parte de sus ahorros mediante la promesa de un porvenir promisorio y libre de peligros. Choi forma parte de una trama fraudulenta bajo el paraguas de la “incuestionable” iglesia, la institución más respetada por la población.