Cuando lo logra, buscará denodadamente la causa de aquella desgastante esclavitud a la que estuvo sometido, y por supuesto, también a sus responsables. La libertad lo irá conduciendo a la verdad con la ayuda de la bella y hospitalaria Marie (Elizabeth Olsen) y su amigo Chucky (Michael Imperioli). Pero para llegar a la dura verdad, Joe deberá emplear la violencia más extrema, aquella que se vio obligado a cultivar durante los interminables años de cautiverio.
A partir de aquí, el atrapante film de Spike Lee se empieza a desgranar por derroteros bastante inesperados para el espectador, trozos de hilo de una madeja tan compleja de prever como tremendamente difícil de asimilar por parte de Joe, e inteligentemente hilvanados por Lee.
La capacidad de lucha que Joe forjó entre los enloquecedores muros de la cueva en la que estuvo 20 años, no le ayudarán a salir indemne de la terrible trampa especialmente preparada para él.