Lo complicado de la trama policíaca contrasta con el carácter ridículo del personaje, torpe, repleto de tics y con un guión que es pura verborrea. Pero verborrea divertida, al fin y al cabo.
Entre la extraña relación que Charlie mantiene con su mujer Johanna (interpretada por una Paltrow bastante sosa) y con su fiel escolta y servidor Jock (encarnado por un buen Paul Bettany), se da lugar a un buen número de gags que no son tan malos como los pintan.
Quizás la excesiva repetición de alguna de las bromas y la rapidez con la que se afrontan otras, dejan al espectador un poco loco con el guión, que está repleto de un humor hilarante a la par que absurdo. Dirigida por David Koepp (La ventana secreta, Ghost Town), se trata de una adaptación de la saga novelística No me apuntes con eso, escrita por el inglés Kyril Bonfiglioli.
Habrá que ver cómo acaba siendo el recibimiento en España, donde se presupone que gustará más que en Estados Unidos. Al fin y al cabo, encasillado o no, Johnny Depp es Johnny Depp y sigue molando lo que hace en pantalla, por mucho que se hable de su declive cinematográfico. Como Charlie Mortdecai, da para unas cuantas risas.
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