Lobezno inmortal nos viene a ofrecer una versión del icónico X-Men más sopesada en sus rasgos de héroe y ser inmortal. La historia se desarrolla en un escenario novedoso pero acorde con lo que Hugh Jackman (Acero Puro) tiene para mostrar de un personaje bien logrado, y en un entorno tan violento y letal para Lobezno y sus protegidos, como cercano al cómic en el que está inspirado.
En este film, el director James Mangold (En la cuerda floja) logra plasmar una trama que no significa ningún descubrimiento hiper-novedoso desde el punto de vista argumental, pero sí la habilidad para dotar a Lobezno y a la saga, de un guión ingenioso y un protagonista que algunos definen como “carismático”.
Hablamos de un personaje que hasta ahora fue mutante e inmutable en todo lo referente a las debilidades humanas, pero que en esta propuesta la misma naturaleza lo lleva a debatirse con la confusión de su inmortalidad y con signos de vulnerabilidad, lo que lo convertirán en un héroe más humano, pero a la vez, más sacrificado cuando deba desplegar su poderío.