El thriller dirigido por Marc Forster (Monster’s Ball, Quantum of Solace) e inspirado en el libro de Mark Brooks, pretende demostrar que más allá del flagelo y la capacidad de destrucción que tiene este ejército de zombis, las capacidades tecnológicas, militares, sociales, políticas y particulares, son capaces de evitar el apocalipsis.
Durante una hora y cincuenta y seis minutos, veremos un claro mensaje de entretenimiento comercial, pero narrado de manera convincente y con diálogos que no hacen honor a la tontería e inconsistencia, como sí suele ocurrir con otros filmes del género.
Es posible que Guerra Mundial Z se quede a medio camino entre la acción frenética y el terror que siempre ha acompañado a la categoría zombi, pero no prescinde de momentos entretenidos, aunque sí de un sustento emocional potente.
Tampoco sería justo afirmar que el film no ha evolucionado respecto a lo que ya conocemos sobre historias de zombis, pero la adrenalina es intermitente, sobre todo, por el intento de unir distintas partes no del todo compatibles en la historia.