Su dirección es más que correcta, tomándose su tiempo en presentarnos el universo de la película para que nos familiaricemos con él, sus reglas y sus personajes. Siendo capaz de crear atmósferas, la sensación de claustrofobia (a pesar de que la historia transcurra en espacios “abiertos”) y ciertas pinceladas de cine de terror como ya mencioné antes.
Si acaso, entre los defectos, podríamos encontrar una fotografía nocturna demasiado oscura (no sé si esto se debe a querer tapar carencias del presupuesto) y unas escenas de acción no demasiado bien resueltas (en ocasiones cuesta seguir donde se encuentran los personajes y quien está en peligro). Pero son 40 millones de presupuesto que están muy bien aprovechados y que lucen mejor que muchas superproducciones (tal vez por la experiencia de Ball en el campo de los efectos CGI).
En lo que respecta al reparto, este lo encabeza Dylan O’Brien (visto en la serie Teen Wolf) quien cuenta con el suficiente carisma como para erigirse en líder del grupo, el también televisivo Thomas Brodie-Sangster (Juego de Tronos) en el papel de Newt, Will Poulter en un papel que es la antítesis del que encarnara en la divertida Somos los Miller y la chica de la película Kaya Scodelario, que interpreta a Teresa, y que funciona más como punto de tensión en la trama que como pareja del protagonista.