Haciendo honor a una de sus películas más reconocidas, El ilusionista, con Divergente, el director Neil Burger nos propone la ilusión y la utopía de existir en un mundo donde a los 16 años hay que elegir en que “sub-mundo” se quiere vivir. Las opciones están cuidadosamente categorizadas: el mundo de la Verdad, el de la Abnegación, el de la Osadía, la Cordialidad y la Erudición.
[pullquote]El filme nos propone la ilusión y la utopía de existir en un mundo donde a los 16 años hay que elegir en que “sub-mundo” se quiere vivir[/pullquote]Como es de suponer, en este mundo de decisiones trascendentales para la propia vida, hay que conocerse y reconocerse muy bien para no caer en “sociedades” con las que no hay identificación ni afinidad. Por ello, el dilema y la incertidumbre son sentimientos que todos los adolescentes de este mundo alegórico reconocen, pero éstos se potencian mucho más cuando se tiene un secreto.