A espaldas del MI6, James Bond seguirá una pista que le llevará a descubrir SPECTRE, una organización secreta, que parece estar tras un plan maestro para hacerse con el control del mundo y que inesperadamente conecta con su pasado.
Bond vuelve bajo los rasgos de Daniel Craig –quien también ejerce de productor— y con la dirección de Sam Mendes, tras los buenos resultados tanto de público como de crítica de Skyfall. Y si en la anterior entrega, el tiro fue completamente certero tanto en tono, historia como en resultados, aquí, uno no puede evitar salir de la sala con cierta sensación de que han errado el tiro.
Y eso que, tenían todo a favor para repetir las buenas sensaciones de la anterior cinta, y más con la vuelta de la organización antagónica por excelencia de la saga, SPECTRA –recuperados los derechos para poder usar su nombre y los de ciertos personajes.
