A esto cabe añadir el marco donde sucede la historia, pues si bien, tiene lugar en Los Angeles –ciudad casi por excelencia de las novelas negras- lo hace en la época de los 70, siendo esta una década marcada por la explosión de colores y excesos.
Para poner la guinda a tan particular coctel, todo está bañado con un humor muy negro, que puede no ser del gusto de todo el mundo y mediante el cual, seremos introducidos en universo un tanto particular.
La verdad que la recreación de la época en la que tiene lugar el film destila saber hacer y gusto por lo que se está contando, pero tras esa marcada estética y el contexto histórico donde transcurren los hechos, nos encontramos con un relato que exige mucho del espectador para no perderse entre la cantidad de personajes que nos son presentados, y el mar de los intereses que estos tienen.