Cuando Besson ha ocupado la silla de director, a todo lo expuesto antes, se le ha sumado una sensibilidad más propia de Europa, que no hacía sino enriquecer el conjunto. ¿Pero es este el caso de Lucy? Veamos…
La película que nos ocupa parece el resultado de que el francés estuviera en su sillón viendo Los Vengadores (o alguna de las películas donde aparece Scarlett Johansson encarnando a la Viuda negra) y pensara, que él también podría rodar su película de superhéroes con una fémina en el rol protagonista (siendo esto una constante en su filmografía).
Bien por no poseer los derechos de ningún personaje de cómic, o no querer hacerse con ellos (es decir, pagarlos); el firmante de El gran azul escribe una historia que parte de una premisa totalmente válida (cosas más disparatadas hemos visto), que sirve como vehículo de lucimiento a la exuberante actriz, como gran divertimento para sí mismo y que sitúa el grueso de la acción en París (otra constante en su filmografía sobretodo como productor).
