Pero no todo es negativo. Entre las virtudes de la cinta se encuentran algunos sustos efectivos y bien ejecutados, unos actores que cumplen a la perfección con sus personajes, una ambientación lo bastante lograda como para que nos sumerjamos en la historia y que, aún siendo una segunda entrega, esta se puede ver perfectamente sin haber visto la anterior.
Para la B.S.O. se han contado con hasta tres compositores diferentes, siendo el más conocido de estos Marco Beltrami. Suyos son los scores de la saga Scream, Blade II o el reciente remake de Carrie, por lo que está más que acostumbrado a crear atmosferas inquietantes que te metan de lleno en esos pasajes opresivos que este tipo de cine busca.
No hay película de terror en la que el apartado de FX no resulte importante, y en La mujer de negro: El ángel de la muerte, estos corren a cargo de la compañía Blue-Bolt con sede en Londres y fundada en 2009, que nos ofrece unos CGI de gran calidad a la par que discretos.