Por si todos estos nombres fueran poco, Jason Statham encarna al hermano del derrotado Owen Shaw en un papel que poco se aleja de sus personajes de la saga Transporter, pero que gracias a su carisma y sus dotes para las escenas de lucha, se presenta como uno de los grandes alicientes de esta entrega.
No, no me olvido de Paul Walker, y es que, por desgracia, otra de las novedades más destacadas, es que con esta cinta, decimos adiós al malogrado actor que perdiera la vida en un accidente con un deportivo —ironías del destino, supongo—, siendo su papel completado con dobles de cuerpo (sus dos hermanos) y efectos CGI, pues la filmación no había aún finalizado cuando se supo la triste noticia.
Hecho este que hizo que el rodaje de Fast & Furious 7 tuviera que ser paralizado y su estreno aplazado del año pasado a este.
Para la BSO, por una parte, repite Tyler Bates, que ya se ocupara del score de algunas entregas anteriores, con una banda sonora a la altura de trabajos anteriores.