El resto del reparto apenas tiene oportunidad de lucirse, ya que sus personajes no le dan oportunidad de ello. Catherine Zeta Jones es un espejismo de aquella bella actriz que nos deslumbró con su belleza y aquí solo tiene dos registros, o enojada o complaciente.
Vince Vaughn vuelve a hacer del personaje pasado de vueltas que hemos visto en tantas otras pelis. Joshua Jackson apenas tiene oportunidad de desarrollar su personaje de novio perfecto. Frank Grillo pasaba por allí… y Corbin Bersen, que interpreta al padre de Beth, se queda en un simple cameo, casi.
Película para pasar el rato sin exigirle demasiado. Curiosa por tratar el tema de las apuestas deportivas —aunque no profundicen demasiado en ellas— con un reparto plagado de caras conocidas, que de por si son el mayor reclamo de la propuesta. Puede servir para fans incondicionales de Willis o como ligero entretenimiento.