Todos estos nombres juntos pueden ser suficiente reclamo como para acudir a las salas a ver este largometraje, pero os pongo en aviso, porque lo que encontramos es una comedia con apenas una pizca de drama y un tono bastante amable.
La cámara de Frears sigue a los personajes sin demasiado entusiasmo, al servicio del guión escrito por D.V. DeVincentis que sigue las andanzas de esa chica ingenua recién llegada a la ciudad de los casinos.
Así que, con una puesta en escena sin grandes alardes, la mejor baza del film reside en su reparto, ya que, pasada la curiosidad inicial en torno a cómo se ganan la vida Dink y los suyos, y a pesar de dos personajes que añaden cierto dramatismo al conjunto —la esposa encarnada por una envejecida Zeta Jones y cierto jugador un tanto turbio— la película jamás abandona su tono “buenrollero” y tal vez excesivamente benevolente.