Cuando se trata de desmantelar a una peligrosa organización mafiosa dedicada al tráfico de drogas, no es extraño que dos hombres pertenecientes a diferentes fuerzas coincidan en una misión con un mismo objetivo, pero sin identificarse ni conocerse mutuamente.
Pero es justamente esta falta de conocimiento de las intenciones del otro, lo que deriva en sucesos inesperados que lleva a ambos a vislumbrar el turbio panorama que reina a su alrededor, y que, de una forma u otra, terminará por unirlos.
[pullquote]El director Baltasar Kormákur ha logrado una muy buena adaptación de ‘Blake Masters’, novela gráfica de Steven Grant[/pullquote]El agente de la DEA Bobby Trench (Denzel Washington), y el oficial naval Marcus Stigman (Mark Wahlberg) se infiltran en una organización de traficantes de drogas. Los dos tienen el objetivo de desactivar las actividades de la red, pero a su vez, ambos desconfían del otro.
Después de un año de sospechas mutuas, Trench y Stigman cumplen con la misión de robar 50 millones de dólares que sirven de financiación de la banda, pero esto abrirá la caja de pandora cuando descubren que el dinero no pertenece a la organización criminal, sino a la Agencia Central de Inteligencia.
A partir de dicho error, la confianza hacia Trench y Stigman por parte de sus promotores, cae en picado, hasta el punto de que ambos quedan expuestos a los deseos de cárcel por parte de la propia “familia”, y de muerte por la otra, acostumbrada a este tipo de diligencias con traidores o infiltrados.
Esta complementariedad de durezas aportada por Washington y Wahlberg ha sorprendido a más de uno por el resultado final que ha conseguido un dúo que, hasta ahora, parecía de estilos opuestos a la hora de interpretar.
El director hispano-islandés Baltasar Kormákur (Verdades ocultas y Contraband) ha logrado una muy buena adaptación de Blake Masters, novela gráfica de Steven Grant. Este logro se ve reflejado en la capacidad del thriller para expresar su principal materia prima, la acción, con rapidez y coherencia. Además, la tensión propia de la historia se condimenta de bromas y secuencias atinadas.
En definitiva, 2 Guns, acallará las voces de aquellos que creen que los fichajes de actores con mucho cartel por sí solos, no es un aporte de calidad, sino sólo rentabilidad, y posiblemente, también de aquellos que piensan que en la actualidad del cine de acción, ya está todo escrito y dicho.
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