Finamente llegó el frío. Toca calentar la casa, pero de manera que luego con la factura en la mano lo lamentemos. Recuerda que supone casi la mitad de la energía que consume la casa. De modo que conviene hacer buen uso de nuestra calefacción, pero también de esos procedimientos pasivos que nos permitirán controlar su uso.
Consejos para ello hay muchos, pero algunos son en realidad eso que llaman leyendas urbanas. En la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señalan cinco de esas grandes mentiras que, por mucho que se empeñe el enterado de turno, no nos van a servir para calentar la casa y controlar la factura.
Apagar la calefacción sale caro
Este mito está especialmente extendido y dice que apagar la calefacción consume más energía que mantenerla encendida a temperatura constante. Aunque al encenderla tendremos un pico de gasto, a la larga el ahorro se nota y merece la pena. Bajar la temperatura a 16ºC durante la noche supone ahorrar un 13% respecto a mantener la calefacción encendida a 20ºC.