Debemos recordar que cuando este gas está en la estratosfera forma una capa (la capa de ozono), que actúa como escudo contra la radiación ultravioleta, altamente peligrosa para la salud de los seres vivos.
Son varios los efectos negativos: desarrollo de enfermedades respiratorias, conjuntivitis, cansancio, dolor de cabeza y corrosión de materiales, entre otros.
El hecho de utilizar el transporte público, el uso de carburantes limpios y la depuración de los gases de los vehículos permiten combatirlo.
Así que ya sabes, si vives en una gran ciudad, a lo mejor estás respirando esta niebla tóxica que pone en jaque tu salud. Pero tranquilo, a partir de un determinado valor, las Administraciones están obligadas a informar a la población.