Te encuentras en medio de una habitación llena de gente y, de repente, un fugaz cruce de miradas te sacude el cuerpo hasta los tuétanos.
No te hace falta conocerlo. Ya lo sabes. Lo que has sentido en ese instante es un flechazo. Es amor a primera vista.
Una de cada tres personas dice haber experimentado este poderoso sentimiento.
Sin embargo, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Zurich, Suiza, el amor a primera vista, como tal no existe.
Se trata en algunos casos de una confabulación de la memoria construida por las parejas para alimentar su relación y, en otros, de deseo a primera vista, dicen los autores del estudio.
«Efecto halo»
Para investigar este tema que rara vez se ha analizado de forma científica, Florian Zsok y sus colegas recogieron información de una serie estudios que hicieron por internet (tratando de imitar una página de citas), en el laboratorio y en una sucesión de eventos de encuentros.