En la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte os separe. Sin embargo, los hombres homosexuales tardan más tiempo en notar los devastadores efectos del matrimonio sobre el deseo. Como sugirió una investigación realizada por Letitia Anne Paplau de la Universidad de California, las parejas de hombres gais son los que hacen el amor con más frecuencia, seguidos por las parejas heterosexuales y, en último lugar, por las parejas lesbianas. ¿Por qué? La autora señalaba que todo se explica a la mayor urgencia sexual de los hombres.
“¿Qué es sexo seguro para un hombre? Cuando su mujer está fuera de la ciudad”
Je, je, je. ¿Lo pillan? Je, je. Je. En fin, como nos recuerda la autora aludiendo una vez más al trabajo de Yabiku y Gager, que valen tanto para un roto como para un descosido, aquellas parejas que viven juntas tienen más posibilidades de ser infieles que las que se han casado, suponemos que porque estas tienen miedo a la condena eterna por aquello de haber roto su pacto ante los ojos de Dios. No hace falta alzar la vista hacia el Altísimo para ser fieles a nuestra pareja: desde aquí recordamos que, además de que moralmente es muy discutible, puede causar efectos devastadores, tanto para el engañado como para el que engaña; no digamos ya los hijos de la pareja.