Un mayor uso de la bicicleta, gracias en parte a los carriles bici, está directamente relacionado con un mejora de la salud en la sociedad ya que supone un aire menos contaminado en la ciudad y la inclusión del ejercicio físico como un hábito diario en la vida de muchas personas.
Por otro lado, la inversión en carril bici está destinada a un público potencial enorme (en las ciudades podemos ver cómo personas de todas las edades y clases sociales se mueven en bici cada día) y puede mejorar diversos problemas de salud.
¿Cuáles son los riesgos?
¿Existe gente a la que el carril bici, tal y como está diseñado ahora mismo, no les termina de convencer? Así es. Puede que al principio nos parezca un poco extraña esta postura, pero conociendo sus razones podemos ver que son bastante razonables.
Existe un colectivo de ciclistas que reclaman un nuevo diseño del carril bici en las ciudades, ya que el actual (que desaparece en las zonas de pasos de cebras e intersecciones de calles) puede ser peligroso para los ciclistas.