Esta temporada la apuesta es fuerte. Predominan los estampados florales, playeros, étnicos, de formas abstractas. Se mantiene, además, la inspiración azteca y geométrica del año pasado. Y mucho, mucho color.
De primeras hay a quien le pueden parecer ridículas, pero son más bien divertidas y veraniegas. Eso sí, precaución al combinarlas. Cuando tratamos con prendas tan llamativas, hay que cuidar que el resto del vestuario con el que las combinemos sea discreto. Si no, sí que podríamos traspasar la línea de lo original a lo ridículo.